A - B - C - D - E - F - G - H - I - J - K - L - M - N - O - P - Q - R - S - T - U - V - W - X - Y - Z

Piretofobia:
Miedo a la fiebre.


Definición ampliada:
Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a la fiebre. También se conoce como febrifobia, fibrifobia o fibriofobia.

En general, quienes experimentan esta fobia, que les causa mucha angustia y ansiedad, son los padres ante la fiebre de un hijo. En realidad, el miedo a la fiebre se basa en una serie de mitos que los doctores hacen lo posible por erradicar, a saber:
- La fiebre no es una enfermedad en sí, sino un síntoma.
- No todas las fiebres son malas para los niños, ya que activan el sistema inmunológico del organismo. Son, por lo tanto, un mecanismo protector del cuerpo y lo ayudan a combatir las infecciones.
- Muchos padres creen que la fiebre por encima de los 40 grados son peligrosas porque pueden causar daño cerebral. Pero en realidad, sólo una temperatura corporal por encima de los 42 grados puede ser tan grave, y las fiebres sólo llegan tan alto con las temperaturas ambientales (por ejemplo, si se deja al chico encerrado en un automóvil).
- Sólo 4% de los niños tienen convulsiones febriles, y éstas –si bien son difíciles de tolerar para quienes lo están viendo- normalmente paran antes de cinco minutos y no causan un daño permanente.
- La fiebre sólo debe ser tratada con medicamentos si causan malestar, lo que normalmente no sucede por debajo de los 39 grados. Con tratamiento, la fiebre no necesariamente desaparece, sino que disminuye uno o dos grados, y no todas las fiebres reaccionan frente al medicamento, sin que esto implique que sean más o menos severas.
- No es tan importante la temperatura en sí, sino cómo se siente el niño. Si éste manifiesta un gran malestar, o se lo ve muy decaído, entonces sí es importante consultar al médico.